Sentir. Cerrar los ojos y sentir. Sentir su respiración sobre nuestro cuerpo. Sentir sus manos acariciando cada parte de nuestro ser. Sentir su piel y rozarla cuando nuestros labios se juntan. Sentir su aroma, inconfundible. Sentir esa suave, tibia y hermosa caricia. Sentir ese cosquilleo cuando nos acarician con la yema de los dedos. Reir. Amar. Sentir. Sentir como mi alma se desnuda frente a ti y deja al descubierto cualquier tipo de emoción. Sentir como tus brazos son el refugio perfecto para mi ser. Sentir ese éxtasis pero no de placer sino de amar. Sentir como estamos conectados hasta con el universo. Perdernos en el infinito y disfrutar. Sentir. Gozar. Y volver a empezar de nuevo, una y otra vez. Sentirnos en ese limbo placentero, en ese paraíso indescriptible. No estoy hablando de sexo, estoy hablando de amor, de hacer el amor. De sentir como esa persona nos siente, nos resguarda, nos acaricia suavemente. Solo se trata de cerrar los ojos y sentir...