Silencio. Tranquilidad. Soledad. Al menos por unos instántes, eso creo. Esa increíble sensación de escuchar el sonido de nuestros pasos, el eco de nuestra voz retumbándo en las paredes mudas. Esa sensación de sentirse libre, tranquilo, sin ningun prejuicio. Esa sensacion extraña pero linda, y a la vez rara. Sensación de extraño, por un momento y de felicidad y alivio por otro.